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Afrontar el diagnóstico de TDAH II. Sigo la serie de análisis de la Guía de padres sobre TDAH. Te identificarás con esto.
Afrontar el diagnóstico de TDAH II es una de los problemas más complicados que muchas familias os podeis encontrar tras la detección del problema. Es muy frecuente que aparezcan diferentes reacciones como enfado, miedo, alivio, rechazo, desilusión… como ya te empecé a explicar en el artículo inicial. Espero que con esta segunda parte acabe de orientarte en la manera de enfrentarte a todo esto y no te atasques por el camino de poner solución al TDAH.
Como en el anterior, te voy a ir explicando cada una de ellas con ejemplos, explicaciones claras y situaciones reales de mi consulta que seguro te aclararán muchas dudas
Enfado
La propia Guía dice lo siguiente
Tiene que ver con la frustración ante la sospecha errónea de que el niño podría superar su problema si se esforzara lo suficiente. Por otra parte, los padres sienten rabia hacia sí mismos, por sentir que le han fallado a su hijo
Evidentemente ningún padre con dos dedos de frente quiere o está contento con que su hijo tenga problemas. La clave está en las propias particularidades del TDAH.
Para las personas con TDAH, las actividades que les gustan y/o les resultan interesantes y motivadoras les cuestan mucho menos trabajo que aquellas que no les llaman la atención, independientemente de lo difíciles que sean. Esto hace que a ojos de los demás, incluidos los padres, parezca que solo hacen o solo se esfuerzan cuando quieres y en lo que quieren, con lo que se van ganando una mala fama que es difícil quitarles de encima.
Estas situaciones hacen que incluso los padres tengáis ideas muy fijas sobre que tu hijo no se esfuerza, es vago, tiene la cara muy dura… y por lo tanto, actuáis de forma consecuente (enfados, castigos….) lo que al final tampoco da resultado.
Es entendible que cuando al final, se detecta el TDAH y empiezas a tener conocimiento de todo esto, te enfades contigo misma por no haberlo sospechado antes o por haber actuado así. De todos modos, los padres no sois adivinos, si además ni las escuela ni nadie os ha orientado, no podes sentiros mal ni culpables. Si al final se ha detectado, ha sido por vosotros.
Miedo
También hay muchas familias que cuando llegan a mi consulta tienen una sensación principalmente de miedo. Han estado leyendo cosas por internet sobre el TDAH o alguien les ha dado información poco «adecuada» por no decir incierta sobre el tema.
Para que te hagas una idea, ayer mismo vi en la consulta una familia que venía derivada de un centro de psicopedagogía para valoración por TDAH. Aunque son de lejos, prefirieron venir a la consulta porque después de la valoración que le habían hecho se habían quedado preocupados por algunas de las cosas que les había dicho el psicólogo tras el diagnóstico. Te pongo algunas frases.
¿Tenéis algún delincuente en la familia?, Es que todos los que estudiamos Psicología es porque tenemos algún trauma. Todos los que nos dedicamos a estos estamos locos
En fin, claro está que no creo que esas frases las dijera en serio ni con ninguna intención negativa, pero la verdad es que la sensación que percibió la familia de esa entrevista fue cuando menos alarmante. Quedaron bastante agobiado con el tema cuando al fin y al cabo, tenían una hija de 9 años co un TDAH y un Trastorno Negativista Desafiante pero sin gran intensidad.
Después de más de una hora con ellos hablando sobre el tema a pecho abierto, entendieron la complejidad del TDAH pero también salieron tranquilos al tener toda la información al respecto y al poder empezar con el tratamiento farmacológico sobre la marcha para trabajar entre todos e ir mejorando la situación.
Alivio
Por supuesto, qué mejor sensación podéis tiene unos padres cuando buscas respuesta ante un problema de un hijo y te digo que lo que tiene es un TDAH, te lo cuento con detalle y te explico como ponerte en marcha para ir solucionando los problemas.
No serán pocas las veces que vienen familias como la tuya a mi consulta tras un arduo y largo camino pidiendo ayuda porque saben que su hijo tiene un problema y nadie les hace caso, os dicen que el niño es un flojo, que no quiere estudiar, que si se esforzara lo conseguiría y lo que hay que hacer es obligarle. Te dice que es porque no habéis sabido darle hábitos… tonterías.
Otras veces simplemente te dicen que tu hijo no da para mas, que es cortito, y tu mientras viéndolo arreglar un ordenador que nadie tenía narices de poner a funcionar.
En fin, puestos a tener un problema, yo siempre digo que sea un TDAH, al menos tenemos claro que con trabajo, irán saliendo las cosas adelante.
Rechazo
El rechazo es una reacción un tanto complicada. Te voy a exponer varios ejemplos
Se me han dado situaciones tan curiosas como un paciente adulto, que ya tenía diagnosticados a sus dos hijos, al recibir la información sobre su diagnóstico, casi se deprimió porque culpó directamente a sus padres no haber sido capaces de encontrar la causa de sus problemas y por lo tanto de todas las complicaciones que había sufrido por eso a lo largo de la vida.
Pobres padres, en realidad quien sería capaz hace 20 o 30 años de encontrar un diagnóstico de TDAH y sobre todo, cuanto habrán sufrido viendo a su hijo con problemas. En fin , las cosas que ve uno.
Otras veces la cosas va con los profesionales
Hay ocasiones en las que las familias hacéis un rechazo hacia los profesionales educativos que han atendido o valorado a vuestro hijo. Incluso a los médicos o psicólogos que lo han seguido previamente. Obviamente, de la formación y experiencia de cada profesional dependen los resultados de los pacientes que atiende. Eso es una gran responsabilidad y por eso no hay día que deje de intentar hacer las coas aún mejor.
Aún así, entiendo que hay compañeros que hace todo lo que pueden por ayudaros aunque no siempre lo consigan. Ellos lo intentan, hay que darles un voto de confianza. Los que me molestan son los que te toman el pelo. Te dicen que tu hijo no tiene TDAH pero no te dicen cual es el problema, porque haberlo lo hay. O te dicen que tiene TDAH y que la solución es la terapia, que «a ellos no les parece bien medicar a los niños tan pequeños»
Vamos, como si esto fuera una cuestión de opiniones, gustos o caprichos. Señores, señoras, esto del TDAH es muy serio y con tal hay que tomárselo, tanto las familias como los profesionales.
Desilusión
No por ser la última será la menos importante. Muchos de vosotros me preguntaras por el futuro. ¿Será independiente? ¿Será autónomo? Son preguntas que demuestran la sensación de preocupación de unos padres amantes de su hijo ante la posibilidad de que tenga problemas cuando sea mayor.
Un padre y una madre esperais lo mejor de y para vuestro hijo y cuando os digo que del 100% de los chicos con TDAH, muchos se mejoran, la mayoría, pero un 30% puede seguir teniendo dificultades de adulto y necesitará seguir tomando tratamiento, a veces os venís abajo. Olvídalo, lo importante es lo que haces en el día a día para que tu hijo no esté dentro de ese grupo. Que sea un niño, un adolescente y adulto feliz y satisfecho consigo mismo y con la familia que ha luchado y lucha cada día a su lado para que todo vaya bien. No lo olvides.
En Resumen
- Es normal que ante un diagnóstico de TDAH tengas reacciones de todo tipo, buenas malas y regulares.
- No olvides que lo importante es el presente y el futuro, el pasado no se puede cambiar
- No tengas prejuicios con tus hijos, el amor incondicional puede con todo (pero con cabeza)
- Déjame que te sigas ayudando a resolver tus problemas, no te arrepentirás.
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