La asociación del TDAH del adulto con trastornos del ánimo como la ansiedad, la depresión o los problemas de autoconcepto y baja autoestima alcanzan cifras preocupantemente altas.
Es de vital importancia que sepas por qué ocurre esto y qué hacer, tanto para prevenirlo como para solucionarlo. Si quieres conseguir una calidad de vida adecuada en tu día a día, que te permita desarrollar un funcionamiento pleno y sin limitaciones.
Si quieres ponerte al día sobre esto, y además conocer soluciones de eficacia demostrada, has acertado al llegar aquí. En este post te voy a desvelar los 2 motivos y 4 herramientas para potenciar tu autoconcepto y sacar ventaja de tu TDAH.
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Claves para entenderte si tienes TDAH
Algo que pasa mucho en consulta con los niños cuando se diagnostican y empiezan con el tratamiento, es que muchos padres me dicen que su hijo es otro. El 99% para bien, claro.
Me cuentan que ellos pensaban que lo de antes era normal, pero que al ver el efecto del tratamiento se han hecho plenamente conscientes de las dificultades de su hijo. Por lo tanto, ahora entienden que su conducta y su actitud no eran algo voluntario, sino un absoluta imposibilidad para conseguir funcionar de otra manera.
Es habitual tender a considerar normales las cosas a las que está acostumbrado, lo que en el TDAH puede jugar malas pasadas, así que la pregunta que surge es: ¿Eres como has sido siempre, o esa ha sido tu fachada conocida hasta la fecha bajo los efectos del TDAH?
Para controlar todo esto lo importante es conseguir unas elevadas dosis de autoconocimiento que te permita ser consciente de ti mismo, de tu perfil, de tus características, de qué depende del TDAH y de qué no. Estas son las claves, los 2 motivos y las 4 herramientas necesarias e imprescindibles para potenciar tu autoconcepto y sacar ventaja de tu TDAH.
Motivo 1. Necesitas saber cuál es el problema y dónde está
En el 99% de los casos, por no decir el 100%, el primer paso para poder solucionar un problema es saber cuál es el origen y en el TDAH la situación no es diferente.
En el TDAH, por resumir, se produce una alteración del funcionamiento de algunos circuitos cerebrales, responsables de la regulación de los mecanismos de autocontrol, a través de dos neurotransmisores, la dopamina y la noradrenalina.
Esto condiciona los patrones eléctricos, neuropsicológicos y conductuales de la persona que lo padece.
Motivo 2. Necesitas conocer las soluciones disponibles
Tenemos diferentes herramientas que van desde la terapia cerebral con TDCS (Estimulación Transcraneal por Corriente Directa) o TMS (Estimulación Magnética Transcaraneal), pasando por el tratamiento farmacológico y nutricional, o el neurofeedback. Para llegar a la terapia neuropsicológica de estimulación cognitiva, y la terapia conductual, ocupacional o refuerzos específicos.
Vamos a ver la estrategia de tratamiento más efectiva gracias a 4 herramientas:
Herramienta 1. El tratamiento farmacológico
El tratamiento farmacológico ha demostrado ser el más eficiente dentro de las opciones terapéuticas del TDAH. Los datos confirman que, en la mayoría de los casos, sin un tratamiento farmacológico y nutricional bien regulado, el resto de terapias son prácticamente inútiles.
Herramienta 2. La terapia neuropsicológica
No se trata de terapia psicológica tradicional, donde se trabajan las emociones y demás aspectos relacionados. Se trata de entrenar las habilidades cognitivas afectadas en el TDAH, es decir, la capacidad de autocontrol, lo que finalmente llamamos funciones ejecutivas.
Por ejemplo, la atención focalizada, la velocidad de procesamiento mental, la atención sostenida en el tiempo, la impulsividad cognitiva, la impulsividad conductual o agresividad, la inquietud, el nerviosismo o la regulación emocional.
Herramienta 3. Los hábitos de vida
Con todo lo anterior, el objetivo es ser capaces de establecer unos hábitos de vida estructurados que sean efectivos, eficaces y eficientes.
Para las personas con TDAH que necesitan siempre un esfuerzo mayor que las demás para desarrollar sus actividades de la vida diaria, ser capaces de ahorrar esfuerzos en todas las situaciones posibles es crucial.
Los hábitos y las rutinas nos permiten actuar en piloto automático, sin pensar, sin esfuerzo, sin gasto de energía, para poder dedicarnos a cosas imprevistas, puntuales o de mayor carga mental.
Ya que casi el 90% de las cosas que hacemos en el día a día son repetitivas, convertirlas en rutinas puede suponer la noche y el día para alguien con TDAH.
Herramienta 4. La planificación y organización
Evidentemente, y aunque seas una de las personas que se echa a temblar con sólo escuchar la palabra organización, esta junto con la planificación son las dos claves fundamentales del éxito en la vida.
Todo se puede planificar en la vida. Después, las cosas saldrán o no, en función de si hemos planificado bien, hemos hecho lo que debíamos hacer y para terminar, las cosas que no dependen de nosotros han sido favorables. Pero no te equivoques, la mayoría de las cosas dependen exclusivamente de nosotros.
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