Hace solo un par de décadas hablar de obesidad infantil parecía un sin sentido. ¿Sabías que hoy en día se ha convertido en una epidemia que supera las cifras del 30%? Parece mentira como han cambiado las cosas desde hace 40 años.
Por una parte los hábitos dietéticos y de ejercicio hacían que los problemas de peso en la población infantil fueran prácticamente inexistentes; por otro lado, no existía una preocupación en la sociedad hacia el peso de los niños.
Se asumía que existían los pequeños “gorditos”, pero que era una situación transitoria, y que se resolverá sola con el crecimiento.
Bien, quédate, con esa idea. Más adelante veremos que no andaban tan descaminados nuestros padres y abuelos.
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Peso ideal y percentiles de peso infantil
Partamos de la base de que el concepto de peso ideal es una idea obsoleta.
Para valorar la forma física y el estado de salud debemos usar indicadores más complejos que nos permiten conocer la composición corporal.
Hay que tener en cuenta que el músculo pesa bastante más que la grasa, por lo que un menor peso no significa siempre una mejor salud.
Si estás interesado en el seguimiento de tu peso para cuidar tu salud seguramente conozcas el índice de masa corporal o IMC.
En los niños también se calcula dividiendo el peso entre la altura al cuadrado. Para valorar si el IMC es adecuado debes tener en cuenta ella edad y el sexo de tu hijo. Volvemos a usar los famosos percentiles infantiles.
Obesidad infantil y sobrepeso en niños. Causas
El sobrepeso y la obesidad se han convertido en epidemia entre nuestros niños. Sí has leído bien, UNICEF publicó un estudio en 2019 que recoge un 35% de incidencia de problemas de peso en niños entre 8 y 16 años en nuestro país.
Las causas de este exceso de peso en nuestros niños son, al igual que en los adultos, los malos hábitos dietéticos y la vida sedentaria.
¿Cóme tu hijo como debería
La respuesta es sencilla, no. La dieta en España ha ido evolucionando en los últimos 30 años, y lo ha hecho hacia el lado incorrecto.
En los años 80-90 los niños comían fundamentalmente en sus hogares, y la alimentación se basaban en alimentos frescos cocinados de manera sencilla.
Es cierto que empezaron a aparecer los ultraprocesados, pero no constituían la base de la dieta y, además, el estilo de vida incluía mucho más ejercicio físico que en la actualidad.
Hoy en día se han multiplicado las comidas fuera del hogar, tanto por ocio, como en el día a día en comedores escolares. Estas comidas suelen llevar aparejado el mayor consumo de fritos, precocinados y postres dulces.
Para complicar un poco la situación, los cambios sociales han hecho que de manera paulatina esté disminuyendo la actividad física hasta alcanzar valores francamente preocupantes en el momento actual.
En muchas familias la mañana comienza con el trayecto en coche o autobús hasta el centro educativo; tras las horas de clase, a menudo los chicos tienen que dedicar otras tantas a las tareas escolares. Con frecuencia acuden a actividades extraescolares nuevamente alejadas del movimiento: idiomas, refuerzo…
Cuando llega el momento del ocio se eligen cada vez más las pantallas y los medios audiovisuales como fuente de diversión. ¡Incluso los desplazamientos al aire libre se están convirtiendo en sedentarios con el uso de patinete eléctricos!
Si sobre este estilo de vida, ya inadecuado, hacemos incidir las comidas navideñas, llenas de excesos pues es habitual que los niños aumenten de peso.
¿Y ahora qué puedes hacer?
Bien, si te has dado cuenta de que tu hijo ha aumentado de peso en estas navidades en primer lugar no te alarmes, toma conciencia y manos a la obra. La mayoría de las veces el aumento de peso es leve y podrás controlarlo cambiando hábitos de vida.
Es un buen momento para establecer cambios en los hábitos familiares, encaminados a mejorar la salud de toda la familia.
Es importante no cargar al pequeño con la responsabilidad del control de la alimentación, pues son los padres los que deben supervisar y decidir lo que los hijos consumen.
También quiero aclararte que los niños no deben seguir una dieta en el sentido en el que solemos entenderla, es decir, no se debe hacer una restricción calórica o de grupos de alimentos para que pierdan peso.
Trucos para alcanzar el peso recomendable
- Los niños, a diferencia de los adultos, van a seguir creciendo. Por ello, basta que dejen de ganar peso en pocos meses volverán a su peso recomendado al aumentar de talla
- Realizar el máximo de comidas semanales en familia, en un ambiente relajado y tranquilo
- Evitar centrar el problema en el peso, los niños deben adquirir hábitos saludables para el futuro
- Basar la alimentación en productos frescos y de temporada, “más mercado y menos supermercado”
- Darle prioridad a preparaciones sencillas, incluyendo estofados y asados. Los fritos caseros con aceite de calidad también tienen cabida en este plan dietético
- No eliminar ningún grupo de alimentos, ni siquiera los dulces, simplemente dejarlos para momentos puntuales. Por ejemplo, para la merienda que se haga fuera de casa el fin de semana
En resumen
- La obesidad infantil es una gran epidemia del siglo XXI
- Los hábitos de alimentación y ejercicio son la principal causa
- La solución está en recuperar los hábitos saludables de la dieta mediterránea y las costumbre de nuestra infancia de hacer juego libre en exteriores
- Los padres tenemos esto en nuestras manos
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