¿Tienes un hijo con TDAH y no sabes lo que son las comorbilidades? Pues me temo que es fundamental que las conozcas porque es la norma en la mayoría de los casos de TDAH.
Hasta el 80% de los chicos con TDAH tiene algún tipo de problema o trastorno de forma simultánea y lo más frecuente es que se trate de un trastorno de conducta. Si no se detecta y trata de forma adecuada, puede que sirva de poco todo el trabajo y el esfuerzo que realizas. Por el contrario, si sabes como manejar estas situaciones, los resultados y tu vida, darán un giro de 180º.
En este post te voy a presentar el concepto de comorbilidad dentro de los trastornos del desarrollo y te voy a contar las que te puedes encontrar con más frecuencia en chicos con TDAH para que puedas desarrollar estrategias de adaptación y así, conseguir mejorar la situación de tu hijo y tu familia en general
Qué es una comorbilidad
¿Alguna vez te han explicado qué es una comorbilidad? Pues es imprescindible que lo conozcas porque es más que probable que si tu hijo tiene TDAH, también asocie alguna. De hecho, aunque se pueda usar el término comorbilidad en singular, lo más habitual es usarlo en plural.
Se llama comorbilidades al conjunto de trastornos que pueden aparecer de forma conjunta y simultánea con el TDAH debido a una relación estrecha en su origen y síntomas y que además, tienen una influencia mutua en dichos síntomas, el diagnóstico o el tratamiento. Te lo explico con un ejemplo:
Un niño con TDAH puede tener como comorbilidad un trastorno del sueño, que debido a sus características, tiene relevancia a la hora de plantear todo el proceso de detección e intervención. En cambio, también presenta miopía, pero no se considera una comorbilidad porque no tiene ninguna relación directa con el TDAH, ni hay una influencia directa entre ellos que sea necesaria tener en cuenta para su abordaje.
La mayoría de las comorbilidades que te encuentras en el TDAH están relacionadas con otros trastornos del neurodesarrollo como los tics, el TOC, la dislexia o los trastornos del lenguaje, por ejemplo.
Cómo afectan las comorbilidades en el TDAH
¿Por qué ocurre esto? Porque comparten base genética común que hace que con facilidad aparezcan de forma conjunta, ya sean en número de dos, tres o más trastornos.
Otra de las comorbilidades en el TDAH, en este caso, no relacionadas con los trastornos del neurodesarrollo son los trastornos del sueño. Estos se relacionan con las alteraciones de la melatonina cerebral y repercuten de forma negativa en el TDAH. Otros ejemplos, estos más propios de adolescentes y adultos, son la ansiedad y la depresión.
Como ves, los tipos de comorbilidades pueden ser muy diferentes. La influencia que producen sobre los síntomas del TDAH hace que sea fundamental tenerlos en cuenta a la hora de entender el comportamiento y las dificultades de tu hijo. Las comorbilidades son un factor de confusión y que tanto en niños como adolescentes y adultos, pone a prueba los conocimientos y la experiencia del médico a la hora de realizar un diagnóstico certero precoz así como una correcta adaptación de la pauta, tanto farmacológica como terapéutica.
Ahora te invito a que veas un vídeo donde el Dr. Fernández habla sobre esta temática:
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