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La segunda parte de la lateralidad cruzada te acabará de aclarar todos los mitos y mentiras para que no te tomen más el pelo. Te dejo con la Dra. Morillo.
Si estáis leyendo este artículo posiblemente ya hayáis leído mi anterior entrada sobre la lateralidad cruzada, si no lo habéis hecho aún aquí tenéis el enlace.
Acuérdate de algunas cosas importantes:
- Nuestro cerebro está formado por dos partes simétricas, los hemisferios, unidas por una hendidura, la línea media. Son una imagen en espejo.
- Cada uno de los hemisferios cerebrales controla la mayoría de las funciones del lado contrario del cuerpo: el movimiento, la sensaciones de frío o calor, la percepción del dolor
- Algunas funciones complejas se reparten entre ambos hemisferios, entre ellas, la visión. Cada ojo envía información tanto al hemisferio del mismo lado como al contrario
- En la retina (capa neurosensorial de nuestros ojos) existe:
- Una parte central, la mácula, que percibe los detalles y
- Una parte periférica que nos orienta en el espacio y detecta el movimiento
- Si no existiesen mecanismos de control neurológico podríamos mover cada ojo de manera separada, como los camaleones. Es más, todos los bebés realizan movimientos oculares que los oftalmólogos llamamos desconjugados, y esto es normal hasta los 6 meses de vida aproximadamente
- Para que los ojos trabajen juntos, la mácula de uno de ellos “decide” en que vamos a centrar nuestra visión, este el ojo dominante
Si consultas información en Google sobre lateralidad cruzada encontrarás información de lo más variopinta.
- Las explicaciones más sencillas te dirán que cada hemisferio cerebral controla la mitad contraria del cuerpo, incluido el ojo, y que tu hijo tiene lateralidad cruzada si es diestro pero su ojo dominante es el izquierdo o viceversa.
- Otras entradas reconocerán que el control visual es complejo y repartido entre ambos hemisferios, aunque seguirán manteniendo las grandes dificultades que la lateralidad cruzada crea o creará en el desarrollo y el aprendizaje de tu hijo.
- También es posible que hayas leído que existe lateralidad cruzada manual, auditiva y podal.
Volvamos a centrarnos en aprender algunas cosas más sobre la visión y la dominancia ocular
Exploración oftalmológica infantil
Siempre que valoro a un niño en consulta realizo una serie de pasos básicos que no me llevan más de 5 minutos y que me proporcionan gran cantidad de información
- Cover test
- Motilidad ocular
- Tamaño y reactividad pupilar
- Agudeza visual mono y binocular
- Refracción
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- El Cover test es una forma sencilla de comprobar si tu hijo tiene estrabismo (tuerce un ojo) o si tiene una tendencia al estrabismo que está latente, esto se llama foria.
- La Motilidad ocular consiste en mirar cómo se mueven sus ojos, dejando la cabeza quieta, si no hay problemas sus ojos miraran a la par a un mismo punto.
- Si todo es normal las pupilas serán redondas, simétricas y estarán más dilatadas al mirar a un punto lejano que a uno distante.
- La Agudeza Visual me permitirá saber si tu hijo ve lo que tiene que ver, aquí es importante que me asegure que el chico ha entendido lo que quiero que vea y que estoy usando el optotipo (figura o letra que tiene que reconocer) adecuado para su edad a la distancia adecuada.
- Por último la Refracción me va a permitir saber si tu hijo necesita gafas; ya te adelanto que las gafas no son útiles solamente en defectos refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo), pero eso te lo contaré en otro artículo.
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¿Cuál es mi ojo dominante?
Habitualmente no suelo buscar cuál es el ojo dominante, aunque es sencillo de averiguar. Vamos a buscar tu propia dominancia ocular; responde rápido,
¿Con qué ojo ves mejor? Si ya has pensado en uno casi seguro ese será tu ojo dominante.
Forma un círculo con tus manos, une el pulgar de la derecha con el de la izquierda y haz lo mismo con los índices; Ahora mira un objeto distante a través de este círculo, poniéndolo en el centro, cierra tu ojo izquierdo y comprueba si el objeto sigue en el centro del círculo, repite cerrando tu ojo derecho. El ojo que mantiene la imagen centrada es el dominante. Si eres diestro estoy segura casi al 100% que tu ojo dominante es el derecho, y el izquierdo si eres zurdo.
Parece sencillo, ¿verdad?, pues en realidad te he engañado. Si repites el experimento de forma más pausada podrás observar varias cosas:
- El objeto se desplaza ligeramente cuando estás mirando por el ojo “dominante”
- Si miras un objeto cercano notas menos cambio
- Si miras un objeto lejano notas mucho más cambio
Cooperación binocular y visión tridimensional
Más arriba te he dicho que siempre determino la Agudeza visual (Cuánto ve tu hijo) de manera monocular (con un ojo tapado) y binocular (con ambos ojos abiertos), esto es importante porque estamos diseñados para mirar con los dos ojos abiertos al mismo tiempo y la Agudeza visual binocular puede ser mayor que la monocular.
Cuando estamos mirando un objeto cada ojo centra su mácula (recuerda, área de mayor sensibilidad de la retina) en una zona ligeramente diferente del mismo; cuando la imagen de cada ojo llega al cerebro es capaz de generar una sensación de profundidad por la que percibimos el volumen de los objetos, esto es la visión tridimensional.
Para que sea posible la visión tridimensional es necesario que los ojos envíen al cerebro información complementaria, que no idéntica, hablamos de cooperación binocular. Es un complejo proceso neurológico que requiere de mecanismos de percepción y movimiento y que se adaptan en milésimas de segundos, realizando de manera automática pequeños desplazamientos oculares y cambios de enfoque (acomodación).
Cuando hemos buscado tu ojo dominante te he dicho que la variación en la posición del objeto era mayor si estaba lejos, esto es porque para poder enfocar una imagen clara de un objeto lejano tu ojo “no dominante” tiene que aportar mucha menos información que el dominante, de lo contario verías doble. Si miras un objeto cercano ambos ojos aportan mucha información para captar cada detalle.
¿Hay que corregir la lateralidad cruzada? Fácil, Noooooooo.
Este punto es de los más importantes, pues es posible que os hayan convencido de que consiguiendo invertir la dominancia ocular o manual de vuestro hijo se corrijan sus dificultades atencionales. Bien, la respuesta es sencilla, no hay que intentar cambiar la dominancia ocular. Las actuaciones destinadas a intentar modificar la dominancia ocular se desarrollan a partir de las técnicas de terapia visual, generalmente por parte de Optometristas. En los últimos años, además, están apareciendo supuestas terapias que aseguran que funcionan a partir de la estimulación sensorial de la retina (pleóptica)
Empecé a oír hablar de lateralidad cruzada cuando era médico residente y comenzaba a explorar niños con estrabismo. En esos momentos la mayoría de los documentos que encontré sugerían modos de fomentar la cooperación binocular y potenciar la coordinación de la psicomotricidad fina y gruesa, sin diferenciar demasiado las dominancias ocular, auditiva, podal y manual.
En los últimos 5 años cada vez me ha ido llegando más información sobre lateralidad cruzada y terapias por diferentes vías: en consulta de oftalmología, al valorar chicos con TDAH, en charlas y congresos, en redes sociales… estos días he vuelto a consultar información acerca de lateralidad cruzada y me he encontrado afirmaciones inquietantes. En algunos blogs divulgativos afirman que la lateralidad cruzada puede tratarse, en primer lugar proponen modificar la dominancia manual y si no se consigue la ocular. Esto es un despropósito, una locura.
- Si pretendemos cambiar la dominancia manual, y partiendo de la aplastante mayoría de niños diestros, vamos a forzar a un niño a convertirse en zurdo. Es decir, vamos a aplicar ideas de principios del siglo XX o anteriores, cuando a los niños zurdos se les obligaba a escribir con la mano derecha. A tu hijo, que ya está teniendo dificultades de aprendizaje, de lectoescritura sobre todo, ¿le forzarías a usar la mano no dominante?
- Otra opción de tratamiento propuesta es facilitar que se usen ambas manos por igual, volvemos a lo mismo, dedicar esfuerzo a fomentar habilidades que la mayoría de los niños, con dificultades del aprendizaje o sin ellas, no poseen.
Para modificar la dominancia ocular se plantean toda clase de métodos. Una posibilidad, usar una parche en el ojo dominante mientras realiza actividades que requieran exactitud con el otro; otra opción, usar un filtro rojo sobre el ojo dominante. Con cualquiera de estos métodos lo único que se llega a conseguir es desencadenar problemas que no existían.
¿Recuerdas cuando te hablé de las forias o estrabismos latentes?, bien, si tapas un ojo a una persona con una foria conseguirás que el ojo tapado se desvíe, insistiendo lo suficiente, quizá consigas hasta que aparezca estrabismo. Además, si tapas o dificultas la visión de un ojo con un filtro en un niño su cerebro procesará una información alterada, y es posible que llegue a producirse ojo vago. También existen intervenciones mediante el uso de sistemas informáticos, o luces (fototerapia optométrica), que añaden un halo de misterio y desarrollo tecnológico pero que tampoco arreglan nada.
En Resumen
- Después de todo esto te aclaro, no debemos intentar cambiar la dominancia ocular en tu hijo, no es la causa de sus dificultades atencionales.
- Evidentemente existen terapias útiles para el TDAH, además de los fármacos, dedica tus esfuerzos a ellas si tras consultar con un especialista así te lo aconseja.
- Si sospechas que tu hijo puede tener problemas visuales te aconsejo que consultes con un oftalmólogo con experiencia en oftalmología infantil.
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