La fórmula para ayudar a niños con TDAH a dormir mejor

Mateo era un torbellino de energía. Incluso después de un día lleno de actividades, la hora de acostarse era una batalla: cuentos que no terminaban, sed «imaginaria» y constantes «cinco minutos más». Sus padres estaban agotados, pero lo peor era que Mateo también lo estaba. La falta de sueño afectaba su concentración y estado de ánimo al día siguiente.

Todo cambió cuando sus padres implementaron una rutina nocturna diseñada especialmente para niños con TDAH. No solo lograron que Mateo se durmiera más rápido, sino que sus noches ahora son tranquilas y reparadoras.

Hoy te contaré cómo puedes crear una rutina que funcione para tu hijo y devuelva la calma a tus noches.

¿Por qué dormir es un desafío para niños con TDAH?

Dormir puede ser complicado para cualquier niño, pero para aquellos con TDAH, representa un reto aún mayor. Sus cerebros continúan buscando estímulos incluso cuando el cuerpo está agotado, lo que dificulta el proceso de relajación necesario para conciliar el sueño.

Algunos de los factores que afectan el descanso en niños con TDAH son:

• Dificultad para desconectar: su mente sigue acelerada, lo que les impide relajarse.

• Horarios irregulares: muchos no reconocen las señales naturales de cansancio.

• Hiperactividad emocional: después de un día lleno de estímulos, pueden experimentar un «rebote» emocional antes de acostarse.

Estos factores no solo dificultan conciliar el sueño, sino que también afectan la calidad del descanso, lo que provoca más problemas de concentración e irritabilidad al día siguiente.

Creando un ambiente que favorezca el sueño

El entorno del niño influye directamente en su capacidad para dormir bien. Un espacio adecuado puede marcar la diferencia entre una noche tranquila o una batalla para conciliar el sueño.

1. Reduce distracciones visuales y auditivas

• Guarda juguetes y objetos llamativos antes de dormir.

• Usa una máquina de ruido blanco o sonidos relajantes como olas o lluvia.

2. Ajusta la iluminación y la temperatura

• Usa luces cálidas y evita la exposición a pantallas antes de dormir.

• Mantén la habitación a una temperatura fresca y cómoda (18-22°C).

3. Incorpora elementos que promuevan la calma

• Mantas con peso, peluches y aromas suaves como lavanda pueden ayudar a relajar a tu hijo.

4. Asocia la habitación con el descanso

• Evita que el niño haga tareas escolares o juegue en la cama.

• Limita el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de dormir.

Diseñando una rutina nocturna paso a paso

Una rutina predecible puede ser la clave para mejorar el sueño de un niño con TDAH. Siguiendo estos pasos, podrás ayudar a tu hijo a relajarse y prepararse para dormir.

1. Transición hacia la calma

• Establece un horario fijo para dormir y avisa con anticipación.

• Reduce el ruido y baja la intensidad de las luces antes de la hora de acostarse.

2. Un baño relajante

• Un baño tibio ayuda a relajar el cuerpo y preparar la mente para dormir.

3. Actividades tranquilas y predecibles

• Lee un cuento corto o escucha música suave.

• Mantén la misma secuencia cada noche para reforzar el hábito.

4. Uso de señales visuales o temporales

• Un cuadro con dibujos que representen cada paso de la rutina puede ayudar.

• Temporizadores suaves pueden limitar el tiempo de cada actividad.

5. Un cierre emocional positivo

• Un abrazo o un comentario positivo sobre su día puede ayudar a cerrar la jornada con tranquilidad.

Estrategias para reducir la resistencia a dormir

Aun con una rutina bien diseñada, algunos niños con TDAH pueden resistirse a dormir. Estas estrategias pueden ayudar:

1. Firmeza con cariño

• Mantén límites claros sin ceder ante peticiones repetitivas.

2. Anticipa excusas comunes

• Asegúrate de que tu hijo tenga agua, haya ido al baño y esté cómodo antes de acostarse.

3. Refuerzo positivo

• Elogia los pequeños avances, como cumplir con la rutina sin resistencia.

4. Detecta señales de cansancio

• Observa bostezos, frotarse los ojos o irritabilidad para ajustar la hora de dormir.

5. Ambiente relajante

• Usa técnicas de respiración profunda o peluches reconfortantes si sigue inquieto.

Conclusión

Ayudar a un niño con TDAH a dormir mejor puede parecer desafiante, pero con un enfoque consistente, es posible transformar las noches en un momento de calma. Crear una rutina adecuada, adaptar el entorno y aplicar estrategias efectivas pueden marcar la diferencia en la calidad del sueño y el bienestar de toda la familia.

Cada pequeño avance es una victoria. Con paciencia y constancia, las noches pueden dejar de ser una lucha y convertirse en un momento de descanso y conexión.

¡Te podemos ayudar!

Si necesitas asesoramiento profesional para mejorar el sueño de tu hijo, contáctanos para analizar tu caso y encontrar la mejor solución.

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