Los tics se asocian con una altísima frecuencia a otros trastornos del movimiento y a otros trastornos del desarrollo, ¿Sabes cuales y por qué?
En este artículo te voy a explicar por qué, cuando se evalúa a un chico con tics, esa importante valorar otros muchos aspectos complementarios como el aprendizaje y el rendimiento académico, la conducta y el comportamiento, las relaciones sociales, o el ánimo y la autoestima.
Y recuerda, te cuento todo esto, porque cuanta más y mejor información tengas sobre la situación de tu hijo, más y mejor podrás ayudarle.
Los tics más allá de las pruebas
Los tics, como ya te he repetido hasta la saciedad, son un trastorno del movimiento. Los trastornos del movimiento, se encuadran y se consideran, claramente, un trastorno del neurodesarrollo, es decir, una alteración del proceso de desarrollo neurológico.
Debido a ello, lo primero que debemos plantearnos una vez que tenemos claro que tenemos delante de nosotros un caso de tics, y que son tics de origen primario, es decir, que no están generados por factores externos específicos, es la existencia conjunta de otro trastorno del neurodesarrollo.
Los trastornos del neurodesarrollo son como primos dentro de una familia. Son diferentes formas de avances el desarrollo del sistema nervioso, y, precisamente por ello, presenta múltiples factores en común, y también, con frecuencia, aparecen de forma simultánea
Aclarado esto, si bien los tics, pueden aparecer como un síntoma y trastorno específico y aislado en la infancia, son muchos los otros trastornos que pueden asociar tics dentro de su cortejo sintomático.
Tanto es así, que los pacientes afectados de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) asocian tics en más de un 50% (50-60%) de los casos. Si bien, la intensidad de los mismos y su repercusión pueden ser muy variables, su existencia debe ser tenida en cuenta igualmente en la evaluación integral de los pacientes, así como en el establecimiento de una correcta intervención terapéutica.
Otro ejemplo significativo es la asociación con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), en el que se aprecian tics en alrededor del 25-65% de los casos.
No podemos olvidar los casos de trastorno del espectro autista (TEA), estos son casos complejos en los que los tics pueden asociarse a estereotipias, conductas obsesivas y otra serie de trastornos que pueden complicar de forma importante la situación
Resumen. Busca la posible existencia de síntomas de otro trastorno del desarrollo. El tratamiento de uno puede ayudar a la mejora del otro.
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