Sin duda, este curso escolar está siendo singular. Nos encontramos en un curso lleno de incertidumbre. Un curso en el que los docentes han tenido que hacer un esfuerzo por organizar clases dobles (presenciales y online) y en los que no sabíamos si en algún momento, tanto profes como alumnos, íbamos a enfrentarnos a un confinamiento.
Pero no deja de ser un curso escolar y, en el mismo, hay tres momentos en los que solemos preocuparnos más. Aunque nos preocupamos durante todo el curso, hay tres puntos de inflexión que los alumnos viven con ansiedad y que, para las familias, se convierten en puntos de estrés e impaciencia. Cada trimestre nos enfrentamos a recibir el boletín de notas (aunque ya tienen poco de boletín).
Cuando recibimos las notas, pensamos en ellas como en un resultado de lo que nuestros hijos han aprendido o de su esfuerzo. Las entendemos como una respuesta a algo que nuestros hijos han hecho directamente durante el trimestre en concreto. No voy a negar que las calificaciones sean importantes (tanto para su escolaridad, como para ellos mismos y su autoestima (desgraciadamente), pero es importante que comenzamos a trabajar en cómo los adultos entendemos esas calificaciones.
Desde que trabajo con familias, las evaluaciones se han convertido en un momento de estrés en el que normalmente acaban apareciendo castigos, o directamente, se han convertido en algo sin importancia debido a la desilusión que vienen provocando en el historial de nuestros hijos. Nos movemos entre dos polos y ninguno de los dos es sano ni adecuado para nuestra mejora.
Consejos para afrontar las notas
Hoy os dejo algunos consejos para entender este momento de recepción de notas, sobre todo teniendo en cuenta la época que estamos viviendo, donde la ansiedad y la inseguridad han tenido una presencia importante en la vida académica de los menores de la casa:
- Las notas son un resultado, sí, pero no significa que todo esté perdido: intenta no hacer una lectura catastrofista de la situación.
- Sentaos juntos y mirad la evaluación. Ellos podrán contaros cómo se sienten y por qué creen que tienen esas calificaciones: tanto las más positivas como las negativas.
- Es importante que entiendan que las calificaciones no significan que seamos mejores o peores. Solo son una muestra de lo que podemos mejorar.
- Aprovecha el momento de hablar de las calificaciones para crear juntos una rutina de estudio o un plan de mejora. ¡A esto justo os ayudaré el 16 de diciembre en nuestro webinar!
- No les dejes sin navidad. Estamos viviendo momentos duros y necesitan disfrutar. No impongas castigos: esa no es la forma de mejorar.
- No te propongas cambiar los resultados en dos semanas: tendremos que trabajar a lo largo del curso.
Este 16 diciembre, tratamos este tema en un webinar en directo, a las 19:30. En el webinar podréis crear vuestro propio plan de trabajo para el resto del curso, que os permita comprender las calificaciones como un indicador y no como un resultado final, alejándonos del concepto clásico que solemos tener cuando recibimos las notas de nuestros hijos.
En el webinar, como siempre, tendréis tiempo para plantearme vuestras dudas y, además, tendréis material complementario de regalo. APÚNTATE AQUÍ
¡Os espero el 16 de diciembre a las 19:30!
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