¿Quieres saber a qué se deben los síntomas del TDAH? No, no es un problema educativo, no es un problema de aprendizaje y tampoco es pura vagueza de tu hijo. Todo depende del funcionamiento de tres neurotransmisores. ¿Quieres saber cuáles? Quiero que te quede claro qué son los neurotransmisores y que el TDAH no es un problema educativo.
En este post te vamos a explicar cuáles son los tres principales neurotransmisores implicados en el desarrollo del TDAH, cuál es el fallo que presentan y lo más importante: la forma de solucionar su mal funcionamiento.
Los neurotransmisores y el TDAH
Los tres principales neurotransmisores implicados en el desarrollo de los síntomas típicos del TDAH son tres:
- La dopamina
- La noradrenalina
- La serotonina
La dopamina es la sustancia de nuestro organismo más estrechamente relacionada con las sensaciones de placer, bienestar y recompensa. Cualquier cosa que nos haga sentir bien lo hace subiéndonos la dopamina, y al revés, también. Estos mecanismos están muy relacionados con los procesos de motivación. En el TDAH, la dopamina no ejerce bien su función y precisamente por ello aparecen sensaciones de desmotivación, falta de interés y desgana en general.
Además, tiene un papel fundamental en el control del movimiento. Para que te hagas una idea, en la enfermedad de Parkinson se altera el funcionamiento de la dopamina en una zona del cerebro llamada sustancia negra, En el TDAH pasa algo parecido en regiones como el lóbulo frontal y los ganglios basales.
La noradrenalina es un neurotransmisor implicado principalmente en las respuestas reflejas automáticas, el nivel de alerta, la reactividad y los impulsos en general. Al alterarse su funcionamiento en el TDAH, se producen problemas de impulsividad, mala conducta, problemas en la capacidad de control del tiempo y la planificación por ejemplo. Seguro que te has encontrado a tu hijo en más de una ocasión preguntando cosas como: «¿Cuánto queda? ¿Y luego qué vamos a hacer?». Parecen mostrar una gran ansiedad anticipatoria asociada también a una importante intolerancia a la frustración. En casos extremos, pueden aparecer casos de agresividad y violencia.
Para terminar, tenemos la serotonina. Ella es la responsable de mantener la estabilidad anímica y emocional en niveles dentro de la normalidad. Cuando se altera pueden aparecer problemas de ansiedad e incluso de depresión, pero lo más habitual es la conocida como disregulación emocional.
La disregulación emocional en el tdah
La disregulación emocional supone la respuesta anormal a los estímulos emocionales externos y propios. A veces responde de forma excesiva ante estímulos pequeños o viceversa. Otras veces responde de forma contraria a la esperada o ni siquiera responde. Como ves, las consecuencias que pueden derivarse de la alteración de uno o varios de estos neurotransmisores son de gran trascendencia y claro está, merece la pena controlarlas. La cuestión es: ¿Se puede?
Pues me vas a responder tú cuando te explique cuál es exactamente el fallo que genera ese mal funcionamiento. Lo que ocurre es que los neurotransmires que salen de una neurona en dirección a otra para transmitir los mensajes que llevan en su interior, deben llegar sin problemas a su destino, pero en el TDAH muchos de esos mensajeros vuelven de nuevo a la neurona de origen si haber hecho su trabajo y transmitido el mensaje a la otra. Como resultado, el sistema no funciona bien.
¿Cuál es la clave? Que la medicación y los suplementos nutricionales evitan que esos neurotransmisores vuelvan a su punto de partida su haber concluido su trabajo. Este es el paso fundamental para que todo el proceso recupere la normalidad. ¿Lo ves? Claro que es posible. Es importante que te quede claro que el TDAH no es un problema educativo.
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