Si conoces algún caso de TDAH en tu entorno, puede que te hayas planteado el diagnóstico de TDAH: ¿Cómo se hace? Es importante profundizar en su funcionamiento para saber si realmente se está haciendo de forma adecuada.
¿Alguna vez has escuchado que se haya diagnosticado a alguien con pruebas de última generación para medir la concentración, la hiperactividad o la impulsividad? Esta es la mejor manera de salir de dudas sobre el diagnóstico. Esto es así porque no se basan en la opinión de los padres, de los profesores o del profesional que lo evalúa, sino en datos 100% objetivos
Existen muchas herramientas tecnológicas complementarias que se han desarrollado en los últimos años para la evaluación del TDAH. Las nuevas tecnologías cada vez avanzan más rápido en el mundo de la salud y aportan soluciones increíbles.
En este post te explicamos cómo, aunque el diagnóstico del TDAH sigue siendo clínico hoy en día, contamos ya con herramientas de gran interés que nos aportan una información de incalculable valor para realizar una evaluación integral de pacientes con sospecha o diagnóstico de TDAH.
El diagnóstico de TDAH
Es probable que te suenen todos esos tests y cuestionarios llenos de preguntas que no sabes cómo responder. Son los que la mayoría de los médicos y psicólogos usan para diagnosticar el TDAH. Seguro que has rellenado muchos y siempre has pensado que no tienes claro cómo pueden servir para el diagnóstico de TDAH.
Pues llevas razón. No es que no sirvan, sino que se basan exclusivamente en valorar la opinión de que las personas del entorno de tu hijo tienen sobre él, sin pararse a analizar realmente los síntomas o dificultades que presentan.
Herramientas complementarias para el diagnóstico
Hoy en día contamos con muchas y potentes herramientas complementarias de evaluación. Vamos a verlas.
Existen estudios genéticos que permiten analizar y conocer el porcentaje de riesgo genético asociado al TDAH, así como la predisposición de respuesta a los diferentes fármacos indicados y el perfil de riesgo para el desarrollo de comorbilidades del tipo trastorno de personalidad, trastorno de conducta y consumo de sustancias.
Las evaluaciones neuropsicológicas, si bien no se consideran imprescindibles a la hora de realizar el diagnóstico de TDAH, son de gran utilidad a la hora de conocer el perfil conductual de los pacientes, algo que puede ser de mucho interés a la hora de establecer medidas de intervención y adaptación tanto conductual como educativas en el ámbito escolar y familiar.
En la actualidad hay pruebas informatizadas que se pueden realizar en remoto y otras basadas en realidad virtual que aportan una gran validez a los resultados obtenidos. También existen estudios basados en el análisis de las vergencias oculares mediante eye tracking y se están desarrollando aún más opciones en este sentido.
Así que ya sabes, quieres responder todas tus dudas sobre el TDAH de tu hijo, estás en el lugar adecuado. No tienes por qué conformarte con un diagnóstico de 5 minutos hecho a prisa y corriendo con unos cuantos tests.
Te invitamos a que veas un vídeo donde el Dr. Fernández comenta este tema:
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