¿El TDAH se come tu autoestima? Pues no, no eres tú, no es tu culpa, y por supuesto tiene solución.
Soy consciente de que la vida de una persona con TDAH puede resultar extremadamente cuesta arriba. Créeme, no sólo lo veo en la consulta, lo tengo muy cerca en mi vida personal.
Aún así, hay herramientas probadas que pueden darle la vuelta a la situación y ayudarte a aprender a comprenderte y valorarte.
Si tienes la sensación de que todo lo haces mal y que no das pie con bola en nada de lo que haces en tu vida, y quieres saber qué hacer para dejar de vivir con esta sensación, lo descubrirás aquí.
Listado de Contenidos
5 herramientas para autoestima y TDAH
Las 5 herramientas son:
- La definición de retos
- La visualización
- La verbalización
- La celebración de los éxitos
- La comunicación de emociones
Herramienta 1. La definición de retos
¿Eres consciente de las cientos de miles de pequeñas cosas que haces cada día casi sin darte cuenta?
Yo empecé a darme cuenta durante el curso de organización de mi amigo Fermín. Uno de los ejercicios trataba de definir un pequeño reto, actividad u objetivo que culminar cada semana. Algo muy sencillo, ya fuera del ámbito personal o profesional, que al ir acumulando me permitiera ir ganando experiencia y consciencia del resultado positivo.
Es curioso cómo funciona nuestro cerebro. A lo mejor crees que esto no sirve de nada, pero te equivocas.
De esta forma estamos “forzando” intencionadamente a nuestro cerebro a sentirse satisfecho por los logros obtenido,s ¿Por qué? Porque conforme vas haciendo cosas y te vas dando cuenta que las vas superando tú mismo, te vas poniendo poco a poco más cosas en la lista. Vas automotivándote de forma inconsciente. Está trabajando tu cerebro. Recuerda lo que siempre repito, nuestro cerebro aprende por repetición.
Eso sí, la clave es el registro y el seguimiento. Cuando al final de la semana repasa el listado de tareas realizadas, te sorprende la gran cantidad de cosas que has hecho y de las que ya ni te acordabas
¿Sabes por qué? Porque nuestro cerebro es muy negativo. Necesita hasta 7 estímulos positivos para compensar la sensación de uno negativo.
¿A que ahora entiendes por qué, por mucho que las cosas puedan irte bien, cualquier pequeño detalle que no salga como quieres, o cualquier pequeño contratiempo puede amargarte el día?
Moraleja. Entrena a tu cerebro en lo positivo. Funciona.
Herramienta 2. La visualización
Si eres igual que yo, puedes que dudes de esta herramienta.
Cuando a mí me plantearon realizar ejercicios de visualización como herramienta para aumentar las probabilidades de alcanzar mis objetivos, pensé que era una auténtica chorrada, y que por supuesto, a mí no me iba a funcionar.
Debo reconocer que me equivoqué.
Vamos, que no digo que por imaginar las cosas que quieres estas se vayan a cumplir, pero la realidad científica es que nuestro cerebro trabaja con imágenes. Cuando no es capaz de codificar o convertir alguna idea, pensamiento o cualquier otro aspecto en una imagen, no acaba de entenderla, y por lo tanto, ante la duda, nuestra respuesta innata es el rechazo.
Rechazamos lo desconocido, lo que nos genera inseguridad, ausencia de certeza…de manera que si entrenamos a nuestro cerebro a visualizar de una forma muy clara y muy específica lo que queremos, a nuestro sistema de regulación le resultará mucho más sencillo ayudarnos de forma automática e inconsciente a alcanzar dicho objetivo.
De hecho, yo siempre digo que mi cerebro tiene su propia forma de funcionar, y que cuando le presiono queriendo hacer que trabaje de forma diferente o a un ritmo que no es el suyo, no funciona. Si consigo adaptarme a las necesidades funcionales óptimas de mi cerebro, el resultado es increíblemente mejor.
Moraleja. Las ideas o los sueños deben darse en tres sitios para poder hacerse realidad. La primera en la mente, segundo en un papel, y tercero en hechos reales.
Herramienta 3. La verbalización
¿Has usado alguna vez esta herramienta?
Esto, sin ser consciente de ello, era algo que yo ya había usado. La mayoría de las cosas que te estoy contando son estrategias que usan las personas de alto rendimiento, por ejemplo, los deportistas de élite.
De hecho, hay una frase al respecto que no acabo de recordar quién la ha dicho, pero viene a decir algo así como que los partidos se ganan o se pierden antes de salir a jugar, cuando el jugador está imaginándolo antes de empezar.
Esto para complementar lo de la visualización previa pero, ¿Cuántas veces has escuchado a un tuviste gritarse a sí mismo o autoanimarse cuando comete un error o cuando está en un punto importante del partido? Es una acción casi instintiva para ellos. Los entrenan para eso, no un entrenador físico, un psicólogo o un coach deportivo especializado. Y funciona.
Como te decía al inicio de este punto, yo he usado esta herramienta de forma inconsciente en varias ocasiones. Curiosamente, la mayoría de las veces se ha tratado de situaciones anímicamente muy negativas. De repente, ante esa situación y la conciencia de que no podía dejarme llevar ni detenerme, y que era imperiosamente necesario, me he repetido en voz alta, de forma intensa y múltiple, frases de ánimo y autoayuda, que podría llamar.
Herramienta 4. La celebración de los éxitos
¿Tú los celebras? Yo cada día intento celebrar de forma más intensa hasta el más pequeño éxito que consigo cada día. ¿Qué por qué lo hago? Pues por varios motivos importantes:
- Primero, para ser consciente de las cosas positivas que vivo cada día
- Segundo, para entrenar a mi cerebro a responder a los estímulos positivos
- Tercero, porque si no lo haces, acabarás reprimiendo tus emociones y sólo sabrás responder a los estímulos negativos
Moraleja: Celebra tus éxitos. Es bueno para tí, y para tu entorno.
Herramienta 5. La comunicación de emociones
Esta herramienta la podríamos considerar una continuación de la anterior.
Comunicar las emociones te ayuda a ser más objetivo, realista, empático y equilibrado en las relaciones sociales.
Comunicar las emociones te ayuda a regular tu estado de ánimo, a sentirte comprendida, a facilitar la implicación de las personas de tu entorno y te hace ser percibida como una persona estable, creíble, sincera, honesta, transparente y sin complejos.
Comunicar las emociones te hace ser más y mejor persona.
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