El estreñimiento es un problema muy frecuente durante el embarazo, llegando a afectar a alrededor de un tercio de las mujeres que transitan esta etapa. Por lo general, se describe como una reducción de los movimientos intestinales y del número de deposiciones que la mujer realiza, con una especial dificultad para la evacuación. Al mismo tiempo, sucede con frecuencia que el estreñimiento empeore cuando se asocia con otras patologías que son también frecuentes durante el embarazo, como pueden ser las hemorroides. Por todo esto y por el malestar que puede generar, vamos a contarte acerca de qué tomar para el estreñimiento en el embarazo.
¿Por qué hay estreñimiento durante el embarazo?
Una de las principales causas del estreñimiento durante el embarazo tiene que ver con el aumento de progesterona que se da de forma natural. Es una hormona que se encarga de ocasionar un descenso de la actividad del músculo liso del colon y un alargamiento en el tiempo de tránsito que se da en el marco del intestino. En la medida en que los niveles de esta hormona aumentan, el estreñimiento es uno de los problemas más comunes como respuesta a eso. Por eso, además, el estreñimiento aparece con más frecuencia durante el segundo y el tercer trimestre del embarazo.
Pero, al mismo tiempo, debemos tener en cuenta que el embarazo lleva a un agrandamiento del útero. Esto puede terminar representando un obstáculo mecánico para que tenga lugar el tránsito intestinal normal. Además, al reducirse la actividad física como consecuencia del embarazo, se puede disminuir el movimiento intestinal y verse afectado su funcionamiento normal.
¿Qué se puede tomar para el estreñimiento durante el embarazo?
Como hemos visto con anterioridad, lo cierto es que el estreñimiento puede afectar de forma muy negativa la calidad de vida de las pacientes. Por eso, es muy importante acudir a soluciones que puedan traer consigo más bienestar y un mayor control sobre la vida diaria. Uno de los cambios que se debe tener en cuenta es en la dieta y tiene que ver con incluir una ingesta de entre 20 y 35 gramos de fibra natural al día, sea a partir de frutas y vegetales o de cereales integrales. En caso de que esto no funcione, se puede acudir a medidas farmacológicas.
Los laxantes tienden a ser una de las opciones más recomendadas por los especialistas en este sentido. Entre ellos, se destacan los agentes formadores de bolo. Son sustancias que no son absorbidas por el tracto gastrointestinal. Absorben el agua aumentando el bolo fecal y favoreciendo de ese modo su eliminación. Algunos de esos son fisiológicos y no se asocian con mayores riesgos para el bebé. De todos modos, siempre se recomienda consultar con un médico para que este pueda recomendar qué laxante es más adecuado según el caso y llevar a cabo un seguimiento.
Por otra parte, podemos destacar los ablandadores de heces. Son sustancias que estimulan la secreción neta de agua, cloruro, sodio y potasio a la luz intestinal. De ese modo, inhiben la absorción neta de glucosa y bicarbonato.
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