Si tienes un hijo con TDAH y estás en situación de separación, divorcio o a las puertas, este artículo es para ti.
Te voy a adelantar los problemas que te vas a encontrar, qué debes hacer, por qué y cómo hacerlo, para conseguir salir airoso de esta compleja situación. Cuando veo que la situación es complicada entre los padres, siempre lanzo un aviso a navegantes.
Sois dos padres buscando lo mejor para vuestra familia. Tener un hijo con TDAH es complicado y multiplica la conflictividad familiar. O los dos tenéis muy claro qué y cómo hacer las cosas, o pasaréis a engordar el altísimo porcentaje de padres de chicos con TDAH separados o divorciados.
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Empiezo con algunos datos importantes sobre las que deberías reflexionar
La cifra de separaciones o divorcios en padres de niños con TDAH triplica la media habitual. El TDAH tiene una muy elevada carga genética. Tanto es así, que hay un 50% de probabilidades de que si un chico tiene TDAH, alguno de los padres también lo tenga.
El TDAH genera dificultades específicas a lo largo de la vida en todas las áreas como puedes ser la académica, la laboral, la familiar, la social o la personal.
Sigo con unas reflexiones profundas que espero te hagan pensar
Lo más importante en una familia es el cuidado de los hijos. Si ambos padres tenéis las ideas claras y remáis en la misma dirección, a pesar de las dificultades, podréis llegar a buen puerto.
Por el contrario, si os dejáis cegar por el egoísmo y el egocentrismo, la ansiedad del día a día podrá con vosotros y acabará rompiendo vuestra familia.
Continúo con la experiencia de mi consulta
Una situación que se repite de forma casi rutinaria en casi el 99% de los casos de separación o divorcio de padres de chicos con TDAH que tengo en mi consulta, que son bastantes, es el brusco e inesperado cambio de criterio de uno de los padres en aspectos básicos y fundamentales relacionados con la educación y crianza de sus hijos.
No me refiero ya a aspectos generales como las rutinas del día a día, los horarios y demás. No. Es muy sangrante. Me refiero a que, de repente, después incluso de años de diagnóstico, tratamiento y terapia, llega una separación, y uno de los padres empieza a poner pegas para la asistencia a las revisiones, para la administración del tratamiento, para los cambios de dosis, para la organización de las terapias, o incluso, que también lo he visto, alguno de los padres empieza a cuestionar un diagnóstico, que a lo largo de muchos años, nunca había cuestionados.
Soy incapaz de encontrar explicación a esto, pero una cosa está clara. Es imprescindible dejar de mirar con ojos de individuo y empezar a hacerlo con ojos de padre en este tipo de situaciones. Los chicos sufren por vuestra culpa, y en la mayoría de las ocasiones, al que empieza a actuar así, no le importa lo más mínimo.
Termino con unas recomendación
Si tu también tienes TDAH, consigue un diagnóstico y sigue el tratamiento. Si el TDAH lo tiene tu pareja, acompáñala en el camino de la vida para superar los obstáculos juntos. Afronta las dificultades como debes y no huyas ni trates de enfrentarte a ellas.
De verdad, lo primero, es pensar en tu hijo.
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