Según un estudio elaborado con niños en Colombia, la deficiencia de vitamina D en la infancia podría provocar un comportamiento agresivo, así como estados de ánimo ansiosos y depresivos durante la adolescencia.
Los investigadores de la Universidad de Michigan (EE.UU.) querían descubrir las asociaciones de la deficiencia de vitamina D (VDD, Vitamin D Deficiency) y la proteína de unión a la vitamina D (DBP, Vitamin D-Binding Protein) en la infancia media con problemas de comportamiento en la adolescencia.
Los hallazgos del ensayo se han publicado en The Journal of Nutrition. De cara a los resultados más reveladores, los niños con VDD tenían casi el doble de probabilidades de desarrollar problemas de comportamiento que los que tenían niveles más altos de vitamina D.
Entre estos comportamientos se incluyen los más agresivos o los que están vinculados con romper las reglas. Además, los niveles bajos de la proteína que transporta la vitamina D en la sangre se relacionaron con un comportamiento más agresivo y síntomas de ansiedad o depresión. Cabe destacar que el estudio se realizó con sujetos de diferentes características.
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Problemas de conducta en la adolescencia
Eduardo Villamor, profesor de epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la UM y autor principal del estudio, dijo:
“Los niños de primaria que tienen deficiencia de vitamina D despuntan en las pruebas que miden los problemas de conducta cuando llegan a la adolescencia”.
En este sentido, Villamor añadió que la deficiencia de vitamina D se ha asociado con otros problemas de salud mental en la edad adulta, como la depresión y la esquizofrenia. Asimismo, algunos estudios se han centrado en el efecto del estado de la vitamina D durante el embarazo y la infancia.
Sin embargo, señala que pocos estudios se han extendido a la adolescencia. Se trata de la etapa en que los problemas de comportamiento pueden aparecer por primera vez y convertirse en condiciones graves.
Metodología del ensayo
En 2006, el equipo de Villamor reclutó a 3.202 niños de 5 a 12 años en un estudio de cohorte en Bogotá, Colombia, a través de una selección aleatoria de escuelas públicas primarias.
Los investigadores obtuvieron información sobre los hábitos de los niños, el nivel de educación, el peso y la estatura.
También se tuvieron en cuenta otros parámetros como la inseguridad alimentaria o el nivel socioeconómico del hogar. Se tomaron muestras de sangre.
Seis años después, cuando los niños tenían entre 11 y 18 años, los investigadores realizaron entrevistas de seguimiento en persona a un grupo aleatorio de un tercio de los participantes.
Se evaluó el comportamiento de los niños a través de cuestionarios.
Finalmente, los análisis de vitamina D incluyeron a 273 participantes. Los autores reconocen las limitaciones del estudio, incluida la falta de medidas de comportamiento de referencia.
No obstante, insisten en que sus resultados indican la necesidad de estudios adicionales que involucren resultados de comportamiento neurológico en otras poblaciones donde la deficiencia de vitamina D puede ser un problema de salud pública.
Referencias
Robinson SL, Marín C, Oliveros H, Mora-Plazas M, Lozoff B, Villamor E. Vitamin D Deficiency in Middle Childhood Is Related to Behavior Problems in Adolescence. J Nutr. 2020 Jan 1;150(1):140-148.
Artículos redactado por:
Mikel García
Director Técnico de Misohi Nutrición
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