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Los ejercicios de Fisioterapia en la Tortícolis Congénita son fundamentales para conseguir una curación rápida y definitiva con la ayuda de los padres
Este artículo es cortesía de nuestra Fisioterapeuta Especialista en Trastornos Neurológicos Infantiles «Ana María Gonzalez». Te garantizo que te ayudará a resolver dudas que muchas madres me preguntas en la consulta cuando vuestro bebé recién nacido tuerce el cuello. ¿Le ha pasado al tuyo? ¿Le pasa ahora? Te interesa.
¿Qué es la tortícolis congénita?
Se llama tortícolis a la contracción del músculo de un lado del cuello (esternocleidomastoideo), que provoca una postura anómala de la cabeza en inclinación hacia el mismo lado del músculo pero con rotación hacia el contrario. Esta postura postura se mantiene mientras permanece la contractura muscular, y puede asociarse a la contractura de otros músculos próximos.
¿A qué se debe?
Según la causa que lo provoca podemos encontrar varios tipos:
- Tortícolis congénito. Contractura muscular que presenta un niño al nacer, bien por una mala posición del feto en el útero durante su formación, o bien provocada por un parto difícil cuando el bebé viene mal presentado o cuando es muy grande. Se observa y se palpa en el músculo una tumefacción o “bolita” que suele crecer hasta el segundo mes y luego se reabsorbe progresivamente.
- Tortícolis adquirido. Causada por movimientos bruscos del cuello, malas posturas u otra causa que origine daño al sistema nervioso, a la parte superior de la columna o a los músculos del cuello. Se presenta en adultos y niños después de nacer.
- Tortícolis por anomalías congénitas.
¿Tiene arreglo? ¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento se basa en masajes de amasamiento y vibración para disminuir la retracción muscular del músculo afectado y de los músculos agonistas, es decir, del resto de músculos que hacen el mismo movimiento: la inclinación y la rotación, fundamentalmente. Con la misma importancia, se deben hacer estiramientos y ejercicios activos:
- Para alargar el músculo, realizando los movimientos en dirección contraria al que presenta la cabeza del niño. Es decir, hay que realizar una inclinación contraria a la localización del músculo, una rotación hacia el lado del músculo contraído, y una ligera flexión cervical. Los movimientos se harán de manera independiente y de manera conjunta; en todos los casos de forma suave.
- Ejercicios activos, en los que se insistirá en la realización de los movimientos correctores.
¿Se soluciona por completo? ¿Tiene secuelas?
El Tortícolis congénito, si no va asociado a otra patología más grave, suele tener buena evolución, incluso curación total en la mayoría de los casos, sobre todo si tanto el diagnóstico como el tratamiento es precoz.
Voy a intentar que lo entiendas mejor
Para entender mejor cómo funciona un músculo, cómo se produce una contractura, y como se puede conseguir la recuperación, veamos el siguiente ejemplo.
Un músculo es como una cuerda elástica con una longitud x. Pongamos, por ejemplo, el músculo A, capaz de inclinar el cuello a la derecha. Cuando realiza dicho movimiento, los extremos del músculo se acercan, y la longitud del músculo disminuye; cuando deja de hacer el movimiento los extremos vuelven a su posición inicial y la longitud del músculo se recupera. Cuando se realiza el mismo movimiento en sentido contrario, por ejemplo la inclinación hacia la izquierda porque se ha contraído el mismo músculo en el lado contrario, el músculo B, éste se acorta, su longitud disminuye, pero el músculo A también sufre modificaciones, y en este caso se estira, su longitud aumenta porque sus extremos se separan.
Un músculo que presenta una contractura está continuamente en situación de acortamiento.
En el ejemplo anterior, el músculo A mantiene continuamente la inclinación del cuello hacia la derecha, lo que provoca que el músculo B que está en el lado contrario esté en situación alargada. Las propiedades del músculo se modifican para adaptarse a esta situación.
¿Qué pasos hay que seguir?
En el tratamiento tendremos que corregir esta situación y buscar un equilibrio entre ambos músculos, entre ambas cuerdas para que ambas tengan siempre la misma longitud. De este buen equilibrio muscular dependerá cómo el niño aprende y realiza los movimientos posteriores del desarrollo, como son el mantenerse boca abajo, sentado, la reptación, el gateo e incluso la marcha.
Para conseguir el buen equilibrio muscular en el cuello, y en consecuencia, en el resto del cuerpo, en un niño con tortícolis congénita, el objetivo del masaje es relajar el músculo, ablandar la tumefacción, mejorar la circulación en la zona y la eliminación de los residuos tóxicos que producen los movimientos.
[su_highlight background=»#99d3ff»]Pero, si hay que establecer un orden de importancia, lo más efectivo y lo primordial para recuperar la longitud de la cuerda es mantenerla en una situación de estiramiento mantenido, para que el músculo crezca en longitud.[/su_highlight]
Dicha situación se consigue realizando los movimientos contrarios a los que realiza dicho músculo, bien de manera pasiva, es decir, nosotros le movemos la cabeza al niño, lo que permite alargar la cuerda al máximo, o bien de manera activa, es decir, que el niño realice él sólo el movimiento contrario, trabajando el músculo B. Esto permite recuperar sólo parte de la longitud de la cuerda, pero una parte muy importante y que es funcional, lo que normalmente movemos.
Concretando
En base a lo explicado, será muy importante realizar los ejercicios de forma continua varias veces al día y generalmente hasta que el bebé se recupera completamente.
Esta cuestión hace muy importante, e incluso imprescindible, la implicación de los padres bajo la dirección del neuropediatra y el fisioterapeuta, ya que es en casa donde el niño pasa el mayor tiempo y donde más se deben llevar a cabo tanto los ejercicios como las normas posturales que consiguen el estiramiento mantenido del músculo.
En casa también hay que trabajar
Así, los padres deberán estimular tanto el movimiento pasivo como el activo a través de los juegos, colocando todos los estímulos visuales y (luces, figuras móviles, cajas de música, etc.) en el lado corrector para que el niño mueva por sí mismo la cabeza contrayendo el músculo B.
Y también, cuando el niño esté dormido o en reposo, llevarle la cabeza a la posición de estiramiento máximo y lograr que lo mantenga así el mayor tiempo posible, corrigiéndolo si fuera necesario para que el músculo se alargue.
En Resumen
- Si notas que tu bebé tuerce el cuello, consulta con el Neuropediatra
- La fisioterapia especializada ayudará a tu hijo a solucionar el problema
- Detectarlo y tratarlo pronto es la mejor manera de conseguir evitar secuelas
- Pide cita ahora con nuestra Fisioterapeuta Especialista en Trastornos Neurológicos Infantiles «Ana María Gonzalez»
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