Hoy nos escribe como invitada mi amiga y compañera, Irene Bedmar, psicóloga y sexóloga. Te va a contar cosas de la que normalmente nadie habla, la Sexualidad en la pareja pero que son factores clave para tu felicidad como madre. Te dejo con ella.
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Este es un artículo sobre la importancia del sexo y la sexualidad en la pareja.
Pero como valoro tu inteligencia y tu tiempo, no lo he escrito con la única intención de llamar tu atención, sin más. (Pienso que con ese fin ya se publican a diario cientos de artículos no científicos sobre temas sexuales).
Entiendo que, si sigues este blog, eres más exigente, por lo que quiero aprovechar la ocasión para darte a conocer la auténtica realidad de la sexualidad humana, -la que la sexología nos transmite a los especialistas a través de la experiencia clínica- y que puedas incluso mejorar tu relación de pareja. Así que te recomiendo que leas este artículo con tu pareja y ambos cojáis papel y boli. Eso sí, no prometo nada sin vuestro compromiso y esfuerzo.
Este es el verdadero origen de la sexualidad
Es un hecho incuestionable. Desde el momento en que nacemos y hasta el momento en que morimos, todos somos seres sexuados; es decir, nacemos con unos genitales que determinan nuestro sexo: mujer (XX), hombre (XY) o intersexual (XXY).
Pero la sexualidad es una dimensión del ser humano que va mucho más allá de la simple genitalidad –mensaje que no termina de asimilarse socialmente, a pesar de años de divulgación en materia de información sexual-.
Cuando pensamos en sexo, nos pueden invadir infinidad de pensamientos y sentimientos. Los seres humanos podemos tener diferentes enfoques y formas de experimentar la sexualidad, pero hay algo común. El sexo nos inquieta, nos estremece, nos enfada, nos hace felices, nos hace dudar, nos ilusiona, nos libera, nos preocupa, nos enseña…
En definitiva… nos importa.
Claves fundamentales de la ciencia de la sexualidad, la sexología
La sexología es una ciencia relativamente moderna, pero nunca ha dado pasos en falso. Poco a poco, gracias a la transmisión de modelos de sexualidad más flexibles y realistas, menos reduccionistas y más responsables con nuestra salud emocional, comenzamos a valorarlo como una parte esencial de nuestra vida.
Esta dimensión no solo está implicada en la reproducción humana, sino también en algo mucho más importante: nuestro propio bienestar y equilibrio emocional, mediante la vivencia del placer, esa palabra que –lamentablemente- aún sigue siendo tabú para muchas personas.
Aclarada la importancia de aceptar esta dimensión humana en un sentido amplio como parte esencial de nuestra salud y de nuestra vida, os planteo ahora de un tema complejo, pero apasionante, una asignatura pendiente: el sexo dentro del ámbito de la relación de pareja.
Una de las dificultades que más detectamos en las consultas de sexología es la insatisfacción sexual. Y para poder solucionarla, es imprescindible realizar una evaluación detallada – a través de la historia sexual del paciente- para identificar su origen. En un porcentaje altísimo de casos encuentro que esta insatisfacción sexual procede en realidad de la falta de autoconocimiento sexual y ojo, no solo en las personas más jóvenes.
Es decir, como estamos sobreinformados, solemos dar por sentado que conocemos todo lo necesario para estar satisfechos sexualmente, pero en la práctica, se evidencia que algo no termina de cuadrar. Y es que aunque sea objeto de estudio científico, no existe vivencia plena de él sin ir más allá de cuestiones teóricas, observar y cuidar sus claves cuando es satisfactorio.
También en la sexualidad, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy
El problema es que, en muchos casos, solo cuando los problemas sexuales se hacen muy visibles –y está en juego la relación de pareja- reaccionamos o solicitamos ayuda profesional.
Junto con la tríada de emociones negativas culpa-miedo-vergüenza, uno de los mayores obstáculos que encuentran estas personas a la hora de obtener la satisfacción sexual que desean procede de la propia autoexigencia y del empeño en encorsetar su sexualidad dentro de lo que “se supone” que debe ser. Hay que aclarar que este problema –en realidad sociocultural- acaba afectándonos mucho psicológica y emocionalmente y lo hace por igual en todos los sexos. (¡Buena noticia! Ya tenemos otra motivación para luchar juntos desde la igualdad).
Pero no solo la falta de autoconocimiento sexual puede boicotear nuestra satisfacción sexual en pareja. Está más que comprobado que existen una serie de factores que acaban destruyendo la complicidad sexual en nuestras relaciones:
Percepción de falta de espacio personal.
- Vivencia de la sexualidad exclusivamente desde la erótica del sexo opuesto, en relaciones heterosexuales.
- Falta de fantasía, creatividad, novedad, sorpresa, improvisación…
- Desmotivación, desilusión.
- Rutinas y dinámicas negativas.
- Incomunicación o comunicación inadecuada: demasiado inhibida o agresiva.
- Ausencia de valores básicos en la relación.
- Enfoque erróneo de la sexualidad: ideas distorsionadas, interferencia de estereotipos de género, falsas creencias, falta de un modelo sexual común, etc.
Evidentemente, no nos vamos a quedar estancados ahí. Vamos con las soluciones. ¿Tenéis ya papel y boli? Ahora vais a anotar tres cosas y es importarte que al hacerlo, os comprometáis a asimilarlas y a ponerlas en práctica cuanto antes para cuidar vuestra relación.
- 1 modelo de referencia.
- 5 claves a trabajar.
- 5 valores a cuidar.
Sexualidad en la pareja. Modelo de referencia para trabajar
Es importante que toméis conciencia del modelo de relación de pareja en el que vivís ahora y que toméis la decisión de mantenerlo, si os funciona, o de cambiarlo, si no. A modo de guía, aclararos que los modelos más habituales son el tradicional (inclusión), el de cuentos (identificación) y el igualitario (siglo XXI). Para más información, os animo a contactar conmigo a través de mi servicio 24h de información sexual InfoSex.
Sexualidad en la pareja, Claves a trabajar
- Autoestima sexual: si no te sientes bien con tu cuerpo o ves en él un rival, difícilmente serás capaz de compartir tu placer con tu pareja.
- Cero exigencias sexuales: está demostrado que uno de los mayores enemigos del placer es la sobreexigencia sexual (tengo que conseguir un orgasmo, tengo que satisfacer a mi pareja, tengo que tener una erección…). La sexualidad no está pensada para ser forzada, ni acatar normas fijas e imposiciones, sino que debe fluir de modo natural, personal y único. Además, cuando elevamos excesivamente el nivel de exigencia, facilitamos la aparición de diversos problemas sexuales.
- Comunicación: no debe convertirse en hablar sin más; debe servir para expresar nuestros sentimientos de forma asertiva, sincera y frecuente. (Al menos una vez por semana, cara a cara y sin distracciones de ningún tipo).
- Acuerdos: partiendo de una buena comunicación, será mucho más fácil establecer acuerdos justos y equitativos en los temas que afecten a nuestra sexualidad en pareja. De esta forma, se podrán alcanzar metas comunes progresivas en dificultad y alcanzables.
- Ejemplo: yo voy a hacer un esfuerzo por pedirte claramente lo que me da más placer y tú a cambio te esforzarás por expresarme tus sentimientos más a menudo. (Pacto de comunicación sexual y emocional).
- El poder de la caricia: como hemos dicho, la sexualidad no acaba en nuestros genitales. Afortunadamente, mujeres y hombres hemos nacido con una piel repleta de terminaciones nerviosas, por lo que estamos “configurados” para ser capaces de sentir placer por todo nuestro cuerpo, si bien es cierto que algunas zonas concentran una mayor cantidad de terminaciones nerviosas y, por tanto, mayor sensibilidad. Y recordad siempre que el mayor órgano erógeno de nuestro cuerpo es el cerebro, sin el cual seríamos incapaces de sentir placer. (No os confundáis, no es ningún rollo metafísico, es pura biología y está al alcance de cualquier persona que realmente ponga interés en trabajarlo).
Sexualidad en la pareja, valores a cuidar
Podemos resumirlos en 5:
- Respeto.
- Igualdad.
- Ilusión, motivación.
- Confianza.
- Responsabilidad y esfuerzo.
El Diván de Irene representa años de formación y esfuerzo traducidos en proyecto que tengo el lujo de compartir con muchas personas que están solucionando sus problemas sexuales y emocionales, de las que no dejo de aprender y a las que agradezco enormemente su confianza.
Escogí el eslogan haz de tu inteligencia emocional tu mejor aliada porque considero que la adecuada gestión emocional cumple un papel esencial no solo en nuestra sexualidad, sino en nuestras relaciones interpersonales y en nuestro día a día.
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