El sueño es tan importante que a lo largo de la historia se ha usado su alteración como método de tortura. Imagínate lo que puede suponer mantener problemas de sueño de forma crónica y desde la infancia.
Debido a las tan negativas repercusiones que pueden provocar los trastornos del sueño, es fundamental detectarlos y actuar a tiempo, pero lo primero es tener clara la situación del sueño de nuestro hijo, y eso precisamente es lo que te voy a contar.
En este artículo de la serie dedicada al sueño y sus trastornos, te voy a contar los pasos que debes seguir si empiezas a detectar problemas de sueño de cualquier tipo, en tu hijo.
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Las características del sueño
Lo primero que debes tener claro es que en estos casos, más que nunca, la información es poder.
Esto significa que el primer paso es recopilar toda la información posible sobre las características del sueño de tu hijo. Para que luego podamos actuar de la forma más adecuada y adaptada a sus necesidades. Además, si finalmente necesitas ayuda provisional, esa información es de incalculable valor para el especialista, te lo garantizo.
Dicho esto, ¿Cómo lo haces? Pues con una serie de herramientas que te voy a presentar ahora mismo.
Herramientas para conocer el sueño de tu hijo
PRIMERO: La agenda de sueño
La agenda de sueño es un registro de los aspectos más importantes del sueño de niño que se recoge durante al menos dos semanas para conseguir establecer un patrón.
En ella se registra:
- La hora en la que el niño se duerme y se despierta
- La hora de la siesta y cuánto dura
- Si hay ronquidos
- Si hay despertares por la noche
- Si hay somnolencia por el día
- Si hay conductas anormales en el sueño como: sudoración, inquietud o similares
Aquí tienes una imagen del modelo básico de plantilla de una agenda del sueño para que tengas una idea más clara y visual:
SEGUNDO: Realización de escalas y cuestionarios de análisis del sueño
De esto hay varias opciones de las que te puedo hablar en otro post para no liarte. De todas formas, si quieres pídeme más información en los comentarios. Son:
Por un lado, el BISQ, que dura entre 5-10 minutos, detecta factores de riesgo de muerte súbita del lactante, rutinas de dormir y problemas del sueño en general. Es válido de los 5 a los 29 meses de edad.
Luego tenemos el BEARS, que está pensado para niños de 2 a 18 años y se subdivide en 3 grupos de edad: 2-5 años, 6-12 años, 13-18 años, con preguntas dirigidas a niños y padres
También tenemos el SDSC, o escala de trastornos del sueño para niños de Bruni, que está orientada a detectar trastornos del sueño si los test anteriores han sido positivos. Consta de 27 ítems y evalúa los últimos 6 meses.
Y para terminar, el PSQ, que: tiene dos versiones, una de ellas reducida, de 22 preguntas, orientada a trastornos respiratorios y que es el referente en el Síndrome de Apnea Obstructiva del sueño.
Con toda esta información, serás un pequeño experto en el sueño de tu hijo y le podrás contar a tu especialista, todo lo que necesita saber.
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